Casi uno de cada cinco teléfonos vendidos en todo el mundo es un teléfono inteligente. Aún la mayoría de los móviles que se venden son convencionales -417 millones en el pasado trimestre- pero son los denominados 'smartphones' los que más crecen en proporción, hasta casi duplicar sus ventas.
Según la consultora Gartner, esto "indica que la demanda de consumo es saludable". Además se produce en todos los niveles o categorías en mayor o menor medida.
El usuario es cada vez más consciente de que las ventajas de disponer de un smartphone respecto a un teléfono convencional son numerosas, como la posibilidad de acceder a Internet en cualquier momento y lugar, intercambiar correo electrónico, utilizar aplicaciones más o menos sofisticadas o disponer de un sistema de navegación GPS, todo en el mismo dispositivo.
Smartphones para todos
El amplio rango de modelos y precios ofertados para este tipo de terminales hace que su coste de adquisición sea, si no igual, sí no mucho mayor que el un teléfono convencional.
Sin embargo hay que tener en cuenta que los smartphones se venden casi en su totalidad por operadora acompañados de una tarifa de datos con un coste fijo mensual de, como mínimo, entre 10 y 20 euros, voz aparte, y por un tiempo de permanencia o compromiso de consumo mensual por parte del cliente de entre 12 y 24 meses.
Donde mayor oferta hay es entre los modelos de gama media, muy demandados. Como muestra, LG ha vendido en sólo 40 días un millón de unidades de su modelo Optimus One, un smartphone Android que tiene un precio equivalente (no se vende libre) de 250 euros, pero que a cambio ofrece una calidad razonable y todas las prestanciones y funcionalidades que el usuario busca en este tipo de teléfono.